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DIARIO DE CÁDIZ 26.03.2015

A LA MEMORIA DEL MAESTRO EDUARDO ESCOBAR

Con el paso de los años y de forma merecida, la marcha ¡Ecce Homo! del maestro Escobar de Rivas se ha convertido en un verdadero himno de la Semana Mayor gaditana. Su interpretación ha traspasado nuestras fronteras convirtiéndose en el gran estandarte de nuestra música procesional. Aunque es ésta la más reconocida composición del reputado músico, realizó otras en diversos géneros que han pasado desapercibidas a lo largo de su vida. Su Suite Andalucía (obra compuesta de tres movimientos, de gran éxito en todas sus ejecuciones por el territorio nacional) o la Misa en Do Menor (realizada cuando aún ejercía como maestro de la Real Capilla de Alfonso XIII), por ejemplo, están ya preparadas para próximas ejecuciones en nuestra ciudad.

Varios momentos difíciles pasó en su estancia como director de la Banda Municipal de Cádiz el estimado Escobar. No debemos obviar estos sucesos, poco recordados y que sin lugar a dudas, fueron circunstancias que causaron gran pesar en su existencia y casi nos atreveríamos a decir que llegaron a mermarla. El 6 de marzo de 1930, se produjo la muerte de su señora esposa, Amparo Roldán de Diego. El sepelio, según los periódicos de aquellos días, fue señalado "como un acto de gran duelo de toda la sociedad gaditana". La Municipal, dirigida por su subdirector Olmo, iba interpretando marchas fúnebres durante el recorrido.

En 1935, se produciría el cese del maestro Escobar, sucediéndolo en el cargo el músico gallego José Araujo Veiga. No debemos obviar que posiciones políticas tuvieron su triste protagonismo en este suceso. Ambos terminaron en un contencioso, ya que el segundo citado, realizó varios artículos que fueron publicados por Diario de Cádiz en donde ponía en tela de juicio la labor del director de la Municipal. El mismo fue declarado a favor de Escobar, pero su imagen ya había quedado muy enturbiada a nivel nacional. De ello, se hicieron eco revistas tan importantes en el panorama de este arte como el Boletín de la Asociación Nacional de directores para bandas de música civiles. Pero sin lugar a dudas, seguro lo más doloroso para él sería la pérdida de su hijo, Eduardo Escobar Roldán, el 21 de enero de 1939. El también profesor músico de la banda gaditana, era hermano de la Archicofradía de Ecce-Homo, lugar que tras su fallecimiento reemplazaría su propio padre. Es seguro que la insistencia de su hijo allá por el año 1929, daría por resultado la dedicatoria de la reseñada y soberbia marcha.

A causa de los momentos económicos que se vivían en el país, en enero de 1942 esta Municipalidad pone fin a la trayectoria de su banda de música. Esto sería sin duda otro gran golpe para el reputado profesor del que ya no se repondría. Una de las últimas voluntades de Escobar nos demuestra su parte más humana y caritativa, solicitando a la Alcaldía que dejaran en préstamo los instrumentos a los músicos desahuciados de la misma "para el sustento de sus familias", petición que fue rechazada.

Lamentablemente y poco después, un 17 de marzo del mismo año, el maestro nos dejaba, quedando un gran hueco nunca repuesto en la música gaditana. Todavía hoy lo recordamos y añoramos, estando presente en muchas de nuestras conversaciones cofrades.

El maestro Antonio Escobar Perera, sobrino de Eduardo y miembro también de la Municipal, tuvo a bien realizar una composición no recogida en su biografía y que hallamos en el Archivo Histórico Municipal de la ciudad. Se trata de una marcha fúnebre llamada A la memoria del Maestro Eduardo Escobar, dedicada al fallecido compositor. En su portada manuscrita, nos indica que la misma está desarrollada "sobre motivos de algunas de sus obras más destacadas".

Es obvio que una composición de estas características no debía pasar por alto en la corporación del Martes Santo. Así ha decidido para bien la junta de gobierno de esta venerable archicofradía la interpretación durante su recorrido. La marcha está preparada para que sea interpretada por la Banda de Música Virgen de la Estrella de Puerto Real justo a la salida de María Santísima de las Angustias. Será un motivo más para que los amantes de la música procesional estén presentes en destacado enclave. Desde aquí ya revelamos, que el parecido de ciertos pasajes con ¡Ecce-Homo! es asombroso y seguro estamos, que no dejará indiferente a la concurrencia que se dé cita a las puertas de San Pablo.